Condensaciones

  • Fecha: 10 de Enero de 2020
El fenómeno de las condensaciones es difícil de explicar a las personas que lo sufren. Se puede ocasionar por diferentes motivos, pero ¿cómo podríamos explicar la humedad por condensación a alguien que no sabía o no había oído hablar de ello?
El fenómeno de las condensaciones es difícil de explicar a las personas que lo sufren. Se puede ocasionar por diferentes motivos, pero ¿cómo podríamos explicar la humedad por condensación a alguien que no sabía o no había oído hablar de ello?

Según la RAE, es el cambio de estado de una sustancia que inicialmente se presenta en forma de vapor y, tras el proceso de la condensación, pasa a ser un líquido. 


Transformación de vapor de agua a líquido.


En el caso de la humedad, lo que cambia de estado, lo que experimenta el proceso de dejar de ser un gas y pasar a ser un líquido, es el vapor de agua contenido en el aire. El aire que respiramos contiene, entre otros compuestos, un cierto grado de humedad, una cierta cantidad de agua. Esta cantidad de agua se presenta inicialmente en forma gaseosa, es lo que todos conocemos como vapor de agua, una sustancia respirable, algo presente en el ambiente.

En cambio, tras el proceso de la condensación, ese vapor de agua deja de ser un gas, de ser vapor, de ser respirable, y pasa a ser un líquido, agua física tal y como todos la conocemos. No se trata de agua que venga de fuera ni que se cuele por ningún sitio. Lo que ha ocurrido es que el vapor de agua del aire ha condensado.

Las ventanas y vidrios son una de las zonas donde se suele observar con más preocupación este fenómeno, sobre todo cuando acabamos de renovar las ventanas de una vivienda y con las anteriores no ocurría esto.

Posiblemente el anterior cerramiento tuviera fugas y entradas de aire que propiciaban la ventilación y renovación de aire interior.

Con los sistemas de aluminio actuales cada vez más estancos y los nuevos métodos de instalación, tenemos que renovar el aire interior para rebajar la aparición de condensaciones.


Zonas propensas dentro de la vivienda.

Si el aire interior de nuestra vivienda tiene un punto de rocío fijado en 15 grados centígrados, el vapor de agua del aire condensará en contacto con cualquier superficie cuya temperatura sea de 15 grados o menos. El cristal de las ventanas, el espejo del baño, los marcos de la carpintería, un pilar en una habitación… cualquier superficie cuya temperatura sea inferior al punto de rocío del aire es susceptible de sufrir condensación.

La condensación se puede producir por múltiples y variables factores. En este artículo, comentamos muy por encima uno de los más comunes, basándonos en información pública.
Nuestra recomendación es clara. Si tiene problemas serios en su domicilio de humedades o similares, lo mejor es contactar con empresas especializadas o técnicos que puedan aportar su experiencia valorando el problema en concreto.


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